Descubren un efecto positivo que tendrían las vacunas del COVID-19 en el organismo humano. La tecnología que se empleó en estas vacunas también podrían llevar a los científicos a una cura para el virus de la inmunodeficiencia humana, también conocido como VIH o SIDA. Un hallazgo que ha sido toda una sorpresa para ellos y que han querido seguir investigando.
Los científicos han puesto hincapié en el uso deARNm. Investigadores australianos afirman que fueron capaces de engañar al virus del VIH para que "saliera de su escondite", lo que supondría un paso crucial para librar al cuerpo humano de él por completo. Unos datos publicados en Nature Communications de forma rigurosa y donde explican que, aunque es aún preliminar y, de momento, sólo ha dado buenos resultados en laboratorio, sugiere que el ARNm tiene potencial mucho más allá de su uso en vacunas como medio para istrar terapias contra "adversarios obstinados".
Es una tecnología prometedora que abre muchas vías para la ciencia básica y la investigación
¿Qué es el ARNm? ¿Por qué es tan importante?
Para poder hablar de una forma más sencilla de este avance, cabe decir que el ARNm es la abreviatura del ARN mensajero. En definitiva, un conjunto de instrucciones para un gen. Como es conocido, en el caso de las vacunas Covid, las instrucciones eran para una parte del coronavirus, pero un nuevo estudio ha descubierto una nueva aplicación en la que se asegura que también son para moléculas clave en la lucha contra el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH).
De hecho, la Dra. Sharon Lewin, directora del Instituto Doherty de la Universidad de Melbourne, que dirigió el estudio, calificó el ARNm de herramienta "milagrosa" para "hacer llegar lo que uno quiere a lugares donde antes no era posible". En esta situación, las vacunas que emplean ARNm ordenan al organismo que produzca un fragmento del virus, lo que desencadena la respuesta inmunitaria del cuerpo.
Un efecto que choca mucho contra la corriente crítica de la aplicación de estas vacunas y que la propia Dra. Lewin señala: "El miedo ahora mismo no es racional. Las vacunas de ARNm se han istrado a millones de personas en todo el mundo, por lo que conocemos muy bien sus riesgos", trata de disipar las dudas si todavía existen.
Una tecnología que es "prometedora y absolutamente poderosa", según colegas de profesión como la viróloga de la Universidad de Heidelbeg (Alemania), Frauke Muechsch. Y añadía: "Creo que no sólo es muy potente desde el punto de vista terapéutico, sino que también abre muchas vías para la ciencia básica y la investigación".
La lucha contra el VIH: en busca de una cura
A día de hoy se cuenta con potentes fármacos antirretrovirales capaces de controlar el VIH, suprimiéndolo hasta niveles indetectables, pero no lo eliminan del todo del organismo. De hecho, cantidades ínfimas del virus permanecen latentes en los llamados reservorios, a la espera de una oportunidad para resurgir. Un avance que ahora podrían empezar a vislumbrar y que se basaría, con el uso de esta tecnología, en una estrategia sencilla de "impacto y muerte".
El principal obstáculo con el que habían dado en los últimos años es que el virus permanece latente en un tipo particular de célula inmunitaria llamada célula CD4 en reposo. Un problema que es sencillo de explicar ya que como estas células están inactivas, no suelen responder a los fármacos. Un estado de la investigación que Brad Jones, inmunólogo vírico de Weill Cornell Medicine, reconoce: "Es justo decir que el campo ha estado un poco atascado". Una esperanza que ahora han puesto en este tipo de vacunas de ARNm: "Con algunas de estas vacunas se da un empujoncito suave que es suficiente para sacar a algunos de estos virus latentes y matarlos", decía el Dr. Jones.
Viendo el éxito de las vacunas Covid, que utilizaban nanopartículas lipídicas que contenían ARNm, fue su equipo el que probó partículas similares. Estas trasportaban dos conjuntos diferentes de moléculas: Tat, capaz de activar el virus de inmunodeficiencia humana, y CRISPR, una herramienta capaz de "editar" genes. Una técnica que sacaba esas pequeñas particulas dormidas de su estado latente. El siguiente paso lo tienen claro: testarlo en animales infectados antes de pasar a los ensayos clínicos. Un paso previo al que sería un gran descubrimiento.
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