Por mucho que pasen los años y que poco a poco se vayan descubriendo restos arqueológicos de la antigüedad, cada vez que se produce uno de estos y se hace público a la sociedad, la noticia siempre resulta impactante, sobre todo si tras la misma se esconde un halo de misterio o que puede encerrar una historia secundaria sobre la misma.
Se acaba de hacer público que unos arqueólogos descubrieron este pasado otoño una nueva serie de tumbas en las ruinas de Wangzhuang, en la provincia de Henan, en el centro de China. Unos enterramientos que pudieron pertenecer a un rey prehistórico a tenor de lo encontrado, de los ataúdes y de la gran cantidad de artefactos funerarios que han aparecido. Sin embargo hay una tumba, que parece que es la más apasionante, la denominada M27, que tal y como los expertos indican podría haber sido la capital de un reino prehistórico, proveniente de la antigua cultura neolítica Dawenkou, que existió entre el 4000 y el 2600 a. C.
“No son un asentamiento común, sino la capital de un reino prehistórico”
Zhu Guanghua, profesor asociado de la Universidad Norma Capital y arquitecto principal de la excavación, ha declarado a China Daily. “El último descubrimiento indica que las ruinas de Wangzhuang no son un asentamiento común, sino la capital de un reino prehistórico”, ha señalado el profesor.
Por su parte Li Zinwei, subdirector del Instituto de Historia Antigua de la Academia China de Ciencias Sociales ha indicado que “Sus descubrimientos dan testimonio de los intercambios iniciales de la civilización china temprana, lo que evidencia la naturaleza de la diversidad dentro de ella. Este sitio ofrece ejemplos importantes para el estudio de la fusión cultural en diferentes regiones prehistóricas”, afirmó.
Y es que el tamaño de la tumba ya fue suficientemente significativo para elevar estas teorías del origen de la misma. 4,5 metros de largo y unos 3,6 metros de ancho, es una de las más grandes de este período, de hecho, el ataúd está fabricado de madera con un recipiente interior y otro exterior. En el interior de la tumba se han encontrado un total de 350 artefactos funerarios, incluyendo casi 200 adornos de jade, herramientas de hueso, restos animales y 100 piezas de cerámica. La presencia de mandíbulas de cerdo —el hueso animal más común en la tumba— era un símbolo de riqueza.
Hay que indicar que la tumba M27 fue el hallazgo más destacado del yacimiento, pero no fue la única ya que en total se encontraron 45 tumbas de la cultura Dawenkou. “La exquisita cerámica, las herramientas de piedra y los artefactos de jade demuestran vívidamente la división del trabajo y el nivel de productividad de la época”, declaró el arqueólogo Liu Haiwang.
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